1) Trata de que tenga el mejor descanso.

Si el niño no duerme bien no va a rendir a lo largo del día. Muchos niños se mueven durante la noche y se destapan, por lo que no descansan correctamente. Los sacos nórdicos infantiles son una forma de garantizar que el niño no se va a destapar y que va a dormir calentito y a gusto durante toda la noche.

2) Haz que su estudio sea un poco más estimulante.

Para que el niño se implique en el estudio lo mejor es que se sienta estimulado. Hay diferentes formas de hacerlo y no, no estamos hablando de recompensas del tipo de darle algo material en función de sus notas. Animarlo a decorar su escritorio, a organizar su horario de estudio y establecer con él metas fácilmente asimilables hará que el niño se sienta estimulado y reciba además la mejor recompensa: la gratificación personal.

3) No los sobrecargues con extraescolares.

Es frecuente caer en el error de pensar que el niño tiene que hacer un poco de todo para así poder saber qué es lo que quiere para su futuro. O intentar prepararlo más que nadie con clases de idiomas, de música o de refuerzo durante toda la tarde. Lo ideal es que el niño pueda tener tiempo libre y no una agenda repleta de cosas que harán que se agote y que pierda la ilusión por todo.

4) Cuida su alimentación.

Un niño que no come bien y no tiene todas las vitaminas que necesita no solo puede estar sufriendo daños en su crecimiento, además se va a sentir cansado y sin ganas de hacer nada. Le costará mantener la atención y no se sentirá estimulado por el estudio. Muchos niños no quieren comer verduras o determinadas comidas, pero un buen truco está en pasar algunos de estos alimentos por la batidora y ofrecerlos en salsas que acompañen al plato principal. Por ejemplo, la salsa del pollo puede tener puerro, pimiento y zanahoria batidas que el niño no verá, pero que estará comiendo y aprovechando todas sus vitaminas.

5) Asegúrate de que sea un niño.

Los niños tienen que jugar. Esto es muy importante y ayudará a que el niño se relaje y se sienta mejor. Es preferible que juegue con otros niños, que acuda a parques y a lugares de recreo si es posible o que quede con amigos en casa.